ENFOQUE DE HOY
CUIDATE
En lo que respecta a tu salud, hay un factor que quizás es mas importante que cualquier otro. Si no esta en tu vida, ocasiona o empeora el 95 por ciento de todas las enfermedades. Se ha asociado con reducciones drásticas de enfermedades, con longevidad y con perdida de peso. No viene en una pastilla y no lo puedes encontrar en el consultorio de tu medico...por que esta dentro de ti.
Qué es ese factor crítico que tiene tanto que ver con lo saludable o enfermo, gordo o delgado que estás? Es la salud de tu mente y de tu espíritu. De hecho, aparte de desayunar, el elemento más importante para predecir la longevidad es la resistencia psicológica... ser capaz de capotear los problemas que la vida nos presenta. En otras palabras: Nuestra manera de lidiar con el estrés dicta la duración y quizá mas importante, la calidad de nuestra vida.
Como dije antes, el estrés crónico hace que tu cerebro se encoja y que tu abdomen crezca. Eso se debe a que la principal hormona del estrés, el cortisol, daña el cerebro haciendo que se encoja el centro de la memoria (el hipocampo). El estrés acorta nuestros telómeros, los pequeños extremos de nuestros cromosomas. Entre más cortos son tus telómeros, más corta es tu vida.
El estrés también activa una respuesta biológica en el cuerpo que hace que tengas hambre. Incrementa tu nivel de insulina y de cortisol, genera un aumento en el antojo de carbohidratos y azúcar y, al mismo tiempo, también incrementa el almacenamiento de grasa abdominal de tu cuerpo.
Pero eso no es todo. El estrés crónico no controlado afecta prácticamente cada sistema de tu cuerpo, disminuyendo tu inmunidad y envejeciendo de manera prematura tus células al tiempo que erosiona tus relaciones y tu placer por vivir.
El asunto con el estrés es que simplemente sigue ahí, como el sol. Todos los días, vamos a tener que enfrentar responsabilidades y exigencias. Tenemos un empleo, una familia, deudas, etc. con lo que tenemos que lidiar. Habrá conflictos por enfrentar y crisis por manejar.
Hasta cierto punto, las condiciones de la vida moderna hacen que el estrés sea inevitable.
Por esa razón, te recuerdo que el estrés siempre te encontrará, pero tu tienes que ir a buscar la relajación. Te guste o no, de ti depende buscar formas de tomarte un descanso y controlar tu estrés, por el bien de tu cordura...Y, de la talla de tu cintura.
El sistema nervios tiene dos partes, el simpático y el parasimpático. El sistema nervioso simpático es la parte que se activa en la respuesta de lucha o huida, cuando tu biología entra a la carga para darte fuerza en las dificultades. En contraste, el sistema nervioso parasimpático gobierna la respuesta de descanso y relajación, esa sensación de calma que sientes cuando puedes bajar la guardia, respirar y simplemente ser.
El problema para muchos de nosotros, es que nuestro sistema nervioso simpático esta activo demasiado tiempo. Es como si se hubiera quedado atorado en la posición de "encendido". Si quieres sanar tu cerebro, tu metabolismo y tus cromosomas, necesitas aprender como poner el botón de pausa para darle un descanso a tu sistema nervioso simpático y activar en su lugar el sistema nervioso parasimpático.
Sin embargo, eso no significa tomar una copa de Chardonnay mientras ves televisión ni llevar a cabo una terapia de compras. Para que la relajación tenga el efecto restaurativo que estamos buscando, tiene que ser activa, no pasiva. Sentarte en el sillón puede ser algo disfrutable, pero no es relajante.
Estoy hablando de una respuesta de relajación biológica en el cuerpo que se activa a través de ciertos comportamientos: Ejercicios de respiración, yoga, meditación, masaje, un baño desintoxicante; todos estos elementos fomentan una respiración profunda y una relajación total de nuestro sistema nervioso.
El detonante de la respuesta de la relajación, es tu respiración. Cuando respiras profundamente, estimulas el nervio vago, una parte muy especial de tu sistema nervioso que ayuda a calmar tu mente y genera una cascada de curación. El nervio vago corre desde tu cerebro a lo largo de tu cavidad torácica y hacia todos tus órganos como un pulpo que estira sus tentáculos hacia cada célula de tu cuerpo. Tus células inmunes, tus células madre y todos los demás órganos, tejidos de tu cuerpo están conectados a este nervio.
Estimular el nervio vago activa la señal de producción de hormonas que calma tu sistema nervioso, reduce el cortisol, ayuda a metabolizar la comida, mejora tu función cerebral y regula tu apetito de manera natural. Con el simple hecho de respirar profundamente y activar el nervio vago, tu cuerpo empieza a acelerar el metabolismo y a incrementar la quema de grasa. Es sorprendente.
La ciencia ha demostrado que al estimular tu nervio vago (que se conecta directamente con tus células grasas y el intestino), puedes detonar lo siguiente:
- Reducción del apetito y del consumo de comida.
-Reducción del ritmo al cual la comida se convierte en grasa.
-Aceleración del metabolismo y del gasto de energía o quema de calorías.
-Mayor quema de grasa de tus células.
-Reducción de las hormonas que estimulan el apetito.
-Mejor sensibilidad a la insulina.
-Reducción de la inflamación.
-Mayor número de conexiones entre las neuronas.
-Reducción del peso corporal.
La mejor parte es la siguiente: Tienes el poder de estimular ese nervio cada vez que quieras. No cuesta, es de fácil acceso y siempre está disponible. No necesitas ningún equipo, ni medicación especial. Literalmente, puedes cambiar tu ritmo cardiaco, tus neuronas, tus ondas cerebrales y tu peso con tan solo cambiar tu respiración. Es así de poderoso.
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